Alguna vez escuché a un buen profesor-un tanto loco en realidad- contarnos como se cuentan aquellas historia de niños, que cuando los habitantes de la ciudad de Popayán (capital del Departamento del Cauca-Colombia-) despertaban y encontraban en su recorrer cotidiano las paredes blancas manchadas con pintas y graffitis, se sonreía.
"Era como si las paredes se convirtieran por un momento en los bufones precisos para transgredir la tranquilidad y las tradiciones de la ciudad" afirmaba.
Hoy después de muchos años de haber escuchado aquella anécdota, retomo la ciudad, para realizar una lectura frente a estas expresiones de arte.
Ferney Meneses estudiante de la Universidad del Cauca del programa de Comunicación Social, realiza (para su proyecto de grado) una caracterización sobre cómo el graffiti y el stencil influyen en los puntos de vista sobre la ciudad.
Meneses afirma que "dentro de Popayán estas formas de expresión rompen con la linea tradicional y conservadora de sus habitantes, tanto las pintas como los graffitis se suman a las formas de ver la ciudad, de ellas parte la idea o los imaginarios que sus mismos habitantes tienen de la ciudad blanca de Colombia".
Las pintas (o graffitis- sugiero escuchar programa en audio para aclarar los conceptos entre graffiti, pinta y stencil) han empezado ha cobrar importancia dentro de los contextos colombianos, el surgimeinto de ellos se remonta a las movilizaciones sociales.
Amparo Rivera habitante de la ciudad de Popayán recuerda que después del asesinato durante una marcha estudiantil de Tuto Gonzáles, la ciudad se tiñó de letras y rayas, como expresión de rechazo a este acontecimiento, a partir de este momento es usual, que encontremos en las paredes de la ciudad, en especial del sector histórico, n letras de rebeldía y sentimientos propios de ideologías.
Para Daniel García "Sumasai", artista urbano de esta ciudad, son mucho más significativas aquellas pintas que tienen contenido, afirma que "para realizar un graffiti, o hacer un stencil, o pintar una pared con una raya (o pinta), es necesario el conocimiento".
Se estaría negando toda clase de posibilidad comunicativa al realizar pintas escuetas, faltas de contenido, aquellas que sólo avientan la madre del presidente de turno, es que las paredes no son canchas de fútbol queridísimos compañeros, es importante detenernos un momento para pensar antes de hacerlo.
"Tomar un aerosol para hacer una pinta es como tomar un lápiz para escribir un poema", afirma Ferney, se debe ser responsable porque el fin de estos mensajes es quedarse en la memoria de quien los lee.
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